¡No les votes!

Esta va a ser la primera y última vez que voy a hablar de la excusa para derrochar dinero público que hemos dado en llamar Elecciones Europeas.

Creo que se nos debería caer la cara de vergüenza por permitir que, en la época que vivimos, legitimemos a un grupo de vagos que cobran un sueldo tan inútil como exorbitante (7.665,31 euros brutos mensuales) regalándoles unas elecciones. Unas elecciones que, las gane quien las gane, perderemos todos y enriqueceremos un poco más a unos cuantos privilegiados a los que ni siquiera sus partidos quieren. Porque las elecciones europeas sirven a los partidos para deshacerse de esas cargas con las que no tienen nada que hacer aquí pero que no pueden eliminar de un plumazo. Mayor Oreja o López Aguilar son sólo la punta de lanza de una práctica muy habitual en los partidos: aquellos que no queremos los mandamos para Europa.

Yo por mi parte no pienso votar, no voy a legitimar con mi voto la pantomima europea. Y estoy convencido de que si se exigiera un mínimo de participación para legitimar las elecciones, todos estos que tanto gritan desde sus púlpitos se quedarían en su casa porque no habría participación suficiente como para enviarlos a las “Europas”.

Como he leído por algún sitio, “Nunca antes tan pocos decidieron tanto por tantos” (en inglés suena mejor).