Demasiadas cosas. Demasiadas tareas. Demasiado para publicar.
No da tiempo a hacerlo todo. En cuanto tenga un rato me pongo a ello, pero hay tantas cosas por hacer, por empezar y por terminar que es imposibles ponerlas en orden para darles forma.
Es el problema del tiempo, que cuando no lo tienes lo echas de menos, y cuando lo tienes, aunque tengas más del que desearías, no eres capaz de organizarlo de forma que esté a tu servicio.
Al final siempre andamos detrás del tiempo y él se empeña en correr más que nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario