La cosa parece ir de parejas ridículas. Si ya el otro día hablaba en este mismo blog del tándem inútil que forman Méndez y Fernández Toxo, hoy traemos otra pareja que tiene tanto de eficaz como de romántica: Zapatero y Rajoy.
Ayer, en la votación de la Ley de Reforma Laboral, se demostró que para lo único que sirven los políticos es para mantener su culo en su poltrona. El partido del Sr. Rajoy dio un lamentable espectáculo con su abstención en la votación. Desde que el (des)Gobierno presentó su proyecto de Reforma Laboral, el Partido Popular ha estado criticándolo sistemáticamente a todo aquel que ha querido escucharlo. Sin embargo, cuando tienen la oportunidad de ser coherentes con sus palabras, con hechos, se abstienen. ¿Por qué? Porque ello harían lo mismo. Porque no tienen ideologías que vayan más allá del dinero y el poder. Porque si cuando ellos ganen las cosas siguen igual, podrán echar la culpa al anterior gobierno.
¿No es tan mala la reforma (que lo es, sin duda)? Pues entonces vota que no, no me cuentes historias para no dormir.
Y para uno que es más o menos coherente con su ideología como es Antonio Gutiérrez (ex presidente de CCOO), van y lo quieren multar. Si es que tenemos lo que nos merecemos.
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