En esta época prenavideña en la que nos encontramos es un desafío ponerse a actualizar el blog. No sólo por la cantidad de estímulos externos que se reciben en forma de noticias, sino por el frío que estamos pasando. Sacar las manos de los bolsillos para ponerlas sobre el teclado e intentar escribir con una cierta destreza se convierte en una tarea si no imposible, sí bastante delicada. Cuando llevas un rato, la mano del ratón empieza a quedarse ligeramente helada y después no hay forma humana de que vuelva a entrar en calor.
Otro de los motivos por los que es difícil plasmar los pensamientos en la pantalla del ordenador son las secuelas que empiezan a quedar de los múltiples ágapes navideños. A pesar de la crisis los locales siguen estando llenos de gente que celebra la llegada de las navidades como si los bolsillos estuvieran a rebosar. Aunque en vez de marisco y solomillo se pida pollo para comer, el alcohol corre luego como si fuera gratis. Queda la duda se si esta ingesta de alcoholes varios es para celebrar o para olvidar en lo que estamos metidos.
Y todavía faltan diez días para navidad.
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